El Beisbol Nocturno Baseball Night Games

Estadio Wrigley de NochePor Angel Torres - SE CUMPLIERON 73 AÑOS DE BEISBOL NOCTURNO
Para los fanáticos de la presente generación, es cuestión de rutina asistir a los juegos bajo las luces. Regresan del trabajo, se dan una buena ducha y aún tienen tiempo de ir al parque de pelota y ver un buen desafío. Pero no siempre fue así, especialmente en el Wrigley Field de Chicago, que fue el último estadio donde se encendieron las luces en las Grandes Ligas. Lo curioso es que a pesar de la luz ser artificial, parece ser la cosa más natural del mundo. En la actualidad los desafíos nocturnos, representan un acierto económico para los clubs y la mayor parte de los juegos se celebran a la hora donde el sol se ha retirado.
Cuando alguien le dijo a John McGraw, que existía la posibilidad de jugar a la pelota de noche, con la ayuda de poderosos reflectores, contestó: “El béisbol es un deporte que se inventó para jugarlo a las dos de la tarde”.Sin embargo, ya se han cumplido 73 años, desde la noche histórica, donde los aficionados pudieron salir de noche a disfrutar del deporte de las bolas y los strikes.El primer encuentro nocturno de Grandes Ligas, tuvo lugar en el ya desaparecido Crosley Field de Cincinnati, el 24 de mayo de 1935, donde los Rojos vencieron 2-1 a los Filis de Filadelfia… pero ¿fue realmente algo nuevo la pelota nocturna?.

La historia recoge que contando con la iluminación más a menos apropiada en las Ligas Menores y entre aficionados, se había estado jugando por la noche desde septiembre 2 de 1880, donde el equipo de amateurs “Whites” superó a otro conjunto de aficionados conocidos por el sobrenombre de “Reds”, 14-13, en Nantasket Beach, Massachussetts. La iluminación fue aceptable alrededor del cuadro interior, pero a los jardineros les resultaba muy difícil fildear la pelota, en el encuentro que comenzó a las ocho de la noche y terminó a las 9:30.El siguiente partido se efectuó el 2 de junio de 1883 en Fort Wayne, Indiana, ante 2,000 asistentes, que fueron testigos de la victoria del Quinces de Illinois, 19-11, sobre los locales. Nuevamente lo abultado de la anotación se debió a las dificultades que tenían los guardabosques para distinguir la bola en el aire.

Los desafíos de exhibición nocturnales, continuaron el 23 de julio de 1890, en Hartford, Connecticut, seguido por el de Wilmington, Delaware, el 4 de julio de 1896, teniendo como invitado para jugar, al inmortal torpedero de los Piratas de Pittsburgh, Honus Wagner.En julio 7 de 1909, Grand Rapids y Zanesville de la Liga Central, se enfrentaron durante siete entradas, como promoción al béisbol nocturno. Después se experimentó nuevamente en el Comiskey Park de Chicago, el 27 de agosto de 1910, durante un enfrentamiento de nueve capítulos, entre las novenas de Logan Square y Rogers Park. Debe aclararse que en ninguno de esos choques, participaron equipos de Grandes Ligas.

La primera liga que se decidió a celebrar algunos partidos oficiales para los noctámbulos, fue la Western League en 1929, la que bajo las luces ofreció desafíos de su itinerario en Independence, Kansas, Des Moines y Lincoln. Aceptemos pues, que durante la presente temporada se cumplieron 73 años de pelota nocturna en las Ligas Mayores, pero no el béisbol. La razón principal de la innovación, fue que el Querido Cinci tenía problemas financieros, debido a la pobre concurrencia en 1935 al parque, cuna del béisbol de Grandes Ligas. La salvación fue confiada a Larry McPhail, quien se estaba haciendo de un nombre por sus ideas renovadoras dentro del deporte. Larry se encontraba en esos momentos revitalizando las sucursales de las Ligas Menores, habiendo instalado luces en el estadio de Columbus, Ohio, salvándole el problema financiero a ese equipo.

McPhail ordenó la instalación de ocho torres de acero con 635 lámparas y recibió el permiso de la Liga Nacional, para celebrar siete juegos nocturnos, uno contra cada conjunto rival. Al fin llegó la fecha y ante el asombro de los pesimistas, escépticos y críticos, asistieron 20,422 fanáticos, que pagaron más por ver las luces que el juego. El suceso fue sensacional, pues McPhail instaló un botón en la Casa Blanca, Washington, y el presidente Franklyn Delano Roosevelt lo apretó, encendiendo los arcos eléctricos en Cincinnati.La ciudad se había anotado un nuevo triunfo, porque ellos fueron los pioneros en tener un equipo profesional, instituir el Día de las Damas, crear el servicio de sucursales, ser los primeros en viajar por avión y posteriormente los promotores en iniciar los juegos televisados de una novena.

Los managers rivales en el histórico encuentro celebrado en el Crosley Field, los fueron Chiquitico Dressen por los locales y el receptor-jugador Jimmy Wilson por los visitantes. Los equipos presentaron sobre el terreno la siguiente alineación: FILADELFIA- Lou Chiozza 2B, Ethan Allen CF, John Moore RF, Dolph Camilli 1B, John Vergez 3B, Al Todd C, George Watkins LF, Mickey Haslin SS y Joe Bowman P.CINCINNATI- Billy Myers SS, Lew Riggs 3B, Ival Goodman RF, Billy Sullivan 1B, Harlin Pool LF, Billy Campbell C, Sammy Byrd CF, Alex Kampouris 2B y Paul Derringer P.

Lo mejor del partido ocurrió en el séptimo episodio, cuando Camilli, uno de los grandes bateadores de su tiempo, disparó un tremendo batazo al jardín central, el cual fue capturado de forma milagrosa por Sammy Byrd, quien no pudo evitar un choque contra las vallas anunciadoras, que por poco arruinan su carrera.El rotundo éxito del béisbol nocturno en las Ligas Mayores, se afianzó el 13 de octubre de 1971, cuando se celebró el primer juego de Serie Mundial sin la claridad natural del sol. Esa noche, los Piratas se impusieron a los Orioles de Baltimore 4-3, con la ayuda de tres hits conectados por el astro boricua Roberto Clemente, ante una asistencia de 51,378 fanáticos en Pittsburgh.

Sin embargo, no solamente en las Ligas Menores se celebraron carteleras nocturnas antes que en las Grandes Ligas, pues según el historiador de boxeo cubano radicado en Miami, Melchor Rodríguez, el 3 de septiembre de 1932, el Club Cubanaleco y los Shriners del Mahi Temple de Estados Unidos, se enfrentaron con luces muy rudimentarias, en un juego entre sóftbol y béisbol que llamaron “Diamond Ball”, porque se jugaron las nueve entradas, con cuatro jardineros cada uno. Los cubanos ganaron con anotación de 4-3 el encuentro, que comenzó a las nueve de la noche en el Stadium La Tropical de Julito Blanco Herrera, quien lanzó la primera bola. Sin dudas que se trató de un acontecimiento deportivo y social, donde los precios de admisión resultaron ridículos, comparados con los presentes en los circuitos mayores: Entrada general: 20 centavos; palcos de cuatro sillas: 80 centavos, de seis sillas: $1.20 y de ocho sillas: $1.60. ¡Más barato ni en la Conchinchina!.

En la extinta Liga Profesional Cubana, el primer choque nocturno se celebro en el estadio La Tropical, el 21 de diciembre de 1937, compartiendo Almendares y Marianao el honor de ser los pioneros. Los de la Ciudad que Progresaba derrotaron a los Alacranes 6-5, con victoria para Martín Dihigo y derrota para Silvino Ruíz. El público acudió en gran cantidad, para ser testigos de la novedad que había revolucionado a los vecinos del norte en 1935.

Las luces usadas en La Tropical, fueron importadas desde Miami, para ser usadas en el Juego de Estrellas entre cubanos y americanos, que se efectuó el 10 de diciembre de 1937. Pero al no quedar satisfechos tras realizar las pruebas correspondientes, decidieron posponer la inauguración y añadir más luces en algunas zonas del parque, para mejorar la visibilidad.

Las alineaciones abridoras para ambos conjuntos fueron las siguientes:

ALMENDARES- Adolfo Luque (Manager), Agustín Bejerano LF, Raymond Dandridge 3B, Willie Wells SS, Rogelio Linares CF, Cuco Correa 2B, Roberto Estalella RF, Frank Duncan C, Carlos Blanco 1B, Leon Day y Silvino Ruíz P. MARIANAO- Martín Dihigo (Manager), Anastasio Santaella 2B, Silvio García SS, Clyde Spearman RF, Ed Stone CF, Brinquitos Brown LF, Javier Pérez 3B, Fermín Guerra C, Fernando Barradas 1B, Hilton Smith y Martín Dihigo P.

Los cubanos igualmente intervinieron en el primer partido nocturno celebrado en Nicaragua, el 16 de febrero de 1957, cuando una Selección de Peloteros Cubanos, dirigidos por Emilio Cabrera, apaleó al Cinco Estrellas 14-1, con Camilo Pascual en el montículo, apoyado por cuatro hits cada uno de Angel Scull y Carlos Paula. La escuadra criolla contó además con peloteros de talla como Sandy Amorós, Willie Miranda, Enrique Izquierdo, Tony Taylor, Panchón Herrera, Vicente Amor, Pedro Cardenal, Amado Ibañez.

El 17 de abril de 1947, se celebró el primer encuentro nocturno en la Liga Mexicana de Béisbol Profesional, con un masivo aporte cubano, cuando los Tuneros de San Luis Potosí, comandados en distintos momentos de la temporada por los cubanos Martín Dihigo, Julio Rojo y Tomás de la Cruz., dominaron a los Diablos Rojos de México, 10-7, dirigidos por Raymond “Talúa” Dandridge.El equipo dirigido por la trilogía compuesta por Dihigo, Rojo, De La Cruz, contó con un elenco cuajado de compatriotas, en las figuras de René Monteagudo, René González, Cuco Correa, Calampio León, Roberto “Tarzán” Estalella, Avelino Cañizares, Conrado Pérez, Cocoliso Torres, Lázaro Medina, Wilfredo Salas, Juan Montero, Aristónico Correoso, Dihigo y De La Cruz, quien igualmente lanzó para los Diablos Rojos.

Por el conjunto capitaneado por Mamerto Dandridge, participaron los cubanos, Carlos Colás, Roberto Ortiz, Leonel Aldama, Oliverio Ortiz, Basilio “El Brujo” Rosell, Wilfredo Salas y Tomás de la Cruz (los dos últimos igualmente con los Tuneros). Como una curiosidad adicional, se puede agregar que ese año, cuatro de las seis novenas mexicanas fueron dirigidas por cubanos: Los Industriales de Monterrey que ganaron el campeonato (Lázaro Salazar), Puebla (Adolfo Luque), Tampico-Alijadores (Armando Marsans, Santos Amaro) y los Tuneros (Dihigo, Rojo, De La Cruz).