Orlando Cepeda Beisbol
Por: Edwin Kako Vazquez
"MOMENTOS INOLVIDABLES"
Cuando llegó la transacción a los Cardenales de San Luis de parte de los Gigantes de Nueva York, el gran toletero boricua Orlando Cepeda se encontraba en 1966 en uno de los momentos más terribles de su carrera.
El cambio había producido una gran consternación en el "ego" de aquel pelotero que lo había dado todo por su club. Sin embargo, ahora era cambiado, lesionado de su rodilla y operado en diciembre de 1964, sus posibilidades dependían de como quedaría.
Durante el 1965 vió poca acción, afectado en su amor propio pidió que lo cambiaran a otro equipo. Se encontraba bastante mejorado y se sentía en condiciones para jugar, pero Gigantes no le creyeron y para el 1966 formaba parte de la matrícula de los "Pájaros Rojos" del San Luis.
Antes de continuar vamos a analizar al únisono sus años con los Gigantes de San Francisco y así tener una idea clara de su gran producción. Cepeda jugó por primera vez con los Gigantes en (1958) a la edad de (20) años bateando para un saludable promedio de (312). Participó en (148) juegos, empujó (98), (188) hits, (603) turnos al bate, (88) anotadas, (25) cuadrangulares y (38) dobles.
En otras palabras el novatito lució bien con el madero al hombro demostrando que había Cepeda para largo rato. El "Perucho" Jr. formó parte del cuadro inicial de los Gigantes tenían a : Bob Schmidt (receptor), Danny O' conell (intermedista), Jim Davenport (tercera base), Daryl Spencer (campo corto) con Willie Mays, Willie Kinland y Felipe Alou como guardabosques.
De (1958-1966) Orlando sudó la camiseta de los Gigantes de San Francisco donde fue dirijido por Bill Rigney, Tom Sheehan, Alvin Dark y Herman Franks en ese orden. Anoto (100) carreras o más consecutivamente (105) (1961), (105) (1962) y (100) (1963).
Pegó (46) cuadrangulares con (142) empujadas en (1961). (114) (1962), (105) (1959). Bateó para (300) (6) veces, (312) 1958), (317) (1959), (311) (1961), (306) (1962), (316) (1963) y (304) (1964) y fue al Juego de Estrellas en (1959), (1961), (1962), (1963), (1964).
El cambio le hizo recoradar páginas que quedab atrás, especialmente en el sexto juego de la Serie Mundial de (1962) frente a los Yankees, en que su bate fue factor de la victoria de los gigantes, empatando de paso la Serie a tres juegos por bandos.
Billy Pirece y Whitney Ford fueron los serpentineros en ese encuentro que fue muy memorable para Orlando. El bambino boricua hasta ese momento había estado mudo con su bate desperatndo con (3) indiscutibles, doble en el cuarto episodio con Felipe Alou y Willie Mays en circulación para impulsar una carrera, y luego otra más con un sencillo para darle la victoria a los Gigantes (5-2).
En el séptimo una gran atrapada de Bobby Richardson en un contundente batazo de Willie McCovey cortó la esperanzas en el juego final. Ya negociado en el (1966) a los Cardenales el pelotero boricua sabía que tenía que comenzar a dar palos. Recuperado de su rodilla tuvo una aceptable jornada de (301) que le sirvió para ser nombrado el "Come Back del Año".
La marea volvió su lugar y en (1967) fue su prueba decisiva y la oportunidad grande que tuvo de ayudar a los Cardenales a ganar el banderí de la Liga. Cepeda de paso con su buen humor consiguió la armonía del conjunto que tanto falta les hacía.
Su trabajo fue tan extraordinario que no sólo ganó el título de "Jugador Más Valioso" por unanimidad, sino que bateó para (325), (111) impulsadas y (25) proyectiles fuera del parque. A pesar de su gran actuación en la Serie Final frente a los " Medias" Rojas de Boston, no tuvo la producción de la temporada, logró con su espíritu combativo darle el calor que necesitaba el club.
La Serie llegó a (7) juegos, los Cardenales para el uego crucial enviaron al estelarísimo Bob " La Maravilla de Color" Gibson mientras que los bostonianos pusieron sus esperanzas en el derecho Jim Lomborg, que había ganado el premio " Cy Young" .
El juego desde tempranito amigos ledctores le coqueteó a los Cardenales, cuando en el segundo acto Dal Maxvill trajó a casa dos anotaciones mediante un tripletazo. La ventaja aumentó a (7) carreras cuando el mismo Gibson se fue para la calle en un final de (7-2).
La victoria convirtió la casa club de los Cardenales en una jauría de locos, Cepeda con una tambora producía el ritmo de la tribu ganadora en una una de las mejores celebraciones jamás vistas en estos clásicos.
La estación de (1968) le permitió a Orlando participar en su tercera Serie Mundial, pero esta vez, los Tigres de Detriot fueron los vencedores en (7) juegos. Cepeda bateó para (248) en la campaña, pero empujó (73) que fueron decisivas en la victoria cardenal de la Liga Nacional.
Durante el mes de enero del (1969) Cepeda es enviado en cambio a los Bravos de Atlanta por Joe Torre (actualmente dirigente de los Yankees). En tres temporadas (1969-1972) no lo hizo mal facturando (111) impulsadas, (34) cuadrangulares, (33) dobles y (87) anotadas en la temporada de (1970). Bateó (257) (305) y (276).
Los Bravos de Atlanta lo envían a los Atléticos de Oakalnd (1972) por Denny Mclain donde participa en solamente (3) partidos antes de ser dejado en libertad.
Y como todo un pelotero de historia, el " Peruchín" en la temporada de (1973) actuando como bateador designado para los "Medias" Rojas" de Boston, habló con su bate la finalizando con (159) sencillos, (25), (20) dobles y (86) impulsadas con promedio de (289), siendo proclamado "El Bateador Designado del Año".
Su última parada en en el béisbol de las Grandes Ligas fue con los Royales de Kansas City (1974), siendo firmado como agente libre y participando en (33) partidos.
ORLANDO "PERUCHIN CEPEDA FUE EXALTADO AL SALON DE LA FAMA EN EL AÑO (1999).